En esta sección podrás conocer los aspesctos esenciales de un sistema de autoconsumo solar.
Cómo saber si me compensa
Información de una propuesta
Ayudas Next Generation
Devolución de la renta por mejora en eficiencia energética
Bonificación del IBI
Compensación de excedentes del autoconsumo
MÁS PREGUNTAS FRECUENTES
De forma general se pueden distinguir tres tipos de instalaciones: autoconsumo, aislada y bombeo solar. Las instalaciones de autoconsumo se caracterizan por mantenerse conectadas a la red eléctrica general. Lo que hace que sea la más habitual. Dentro de este tipo de instalaciones podemos encontrar: a) para vivienda unifamiliar, b) de autoconsumo compartido y c) de venta a red o huerta solar.
Las instalaciones aisladas a la red son para aquellos lugares que se encuentran alejados de núcleos urbanos y sin acceso a la red de distribución eléctrica. Necesitan de baterías y de generadores para asegurar el suministro en caso de que se descarguen las baterías.
Por último, la categoría de bombeo solar hace referencia aquellas pequeñas instalaciones en medio del campo que se utilizan para activar bombas de agua. Es decir, son de uso agrícola.
Los precios de la electricidad continúan aumentando, mientras que el precio de los paneles solares se ha reducido significativamente en los últimos años. Por lo que cada vez es más rentable la instalación de placas solares.
Aunque calcular cuánto se tarda en amortizar una instalación fotovoltaica depende de varios factores según cada caso (el consumo habitual, la orientación de la cubierta, la calidad del producto que se instale, etc.), por lo general se estima que en unos cinco años puede que una instalación esté amortizada. Asimismo, conviene tener en cuenta las subvenciones y bonificaciones en impuestos como el IBI cuando se instalan placas fotovoltaicas.
Además, de la cuestión económica con la instalación de los paneles se está contribuyendo a la transición energética del país apoyando las energías renovables y contribuyendo a reducir la huella ecológica.
Un buen indicador de la durabilidad de las placas solares es la garantía que ofrecen sus fabricantes. La garantía de rendimiento o producción suele estar alrededor de 25 años, mientras que la garantía de equipo (la que cubre los defectos de fabricación) ronda entre los 10 y 12 años. Por lo que, se puede decir que si todo funciona correctamente, nuestros paneles pueden producir con un rendimiento alto hasta los 25 años, luego es posible que ese rendimiento vaya decayendo. En este sentido, la marca SunPower es una de las que mayores garantías ofrece.
Por otro lado, en cuanto la durabilidad de los inversores es menor ya que sus componentes envejecen más rápidamente. Un inversor residencial típico puede durar entre los 10 y 15 años.
Finalmente, también intervienen los elementos pequeños como el cableado, los conectores, etc. Cuyos datos dependen de la calidad del producto.
Existen varios factores que pueden hacer que una instalación no produzca tanto como se esperaba. Entre los más habituales están:
- Sobrecalentamiento. Cuando un panel fotovoltaico se calienta demasiado la efectividad tiende a descender. Conviene recordar que la energía es producida por la radiación solar y no por la acumulación térmica. Por lo que, una situación atmosférica con cielo despejado y temperaturas frías son las más eficientes.
- Estación de invierno. Durante el invierno las horas del día son menores por lo que la producción desciende respecto a las épocas de primavera y de verano.
- Sombras o suciedad. Cuando un panel está produciendo menos que el resto, esto afecta significativamente al conjunto de la instalación si están conectadas en string.
Pérdidas por el degradado de los materiales. La antigüedad puede degradar no sólo las células solares, sino también el cableado u otros elementos de la instalación disminuyendo su rendimiento.
Para desengancharse completamente, es necesario realizar una instalación aislada. El inconveniente de este caso es que es posible que en algún momento puedas quedar desabastecido de electricidad.
Por lo que en una residencia habitual, se recomienda mantenerse conectado a la red general y realizar una instalación de autoconsumo. Con las placas y baterías adecuadas es posible alcanzar un alto grado de independencia e incluso “verter” energía a la red general. Una energía que podrá ser descontada de la factura comercial.
Según la normativa de autoconsumo actual, basada en el Real Decreto 244/2019 es posible verter el excedente de energía que produzcan las placas solares y que no se ha llegado a consumir. Esa energía se contabiliza con un contador bidireccional y su cuantía sería descontada de la factura eléctrica mensual. Este proceso es denominado “compensación por el vertido de excedentes a la red”, pero es importante distinguir del concepto de “vender energía eléctrica”.
La venta de la energía solar fotovoltaica depende de la fluctuación del precio del mercado eléctrico y se le aplica un 7% del impuesto sobre Valor de la Producción de Energía Eléctrica (IVPEE). En este caso el usuario debe darse de alta como productor de energías renovables y su gestión burocrática es más compleja. De forma general, el usuario optará por la compensación simplificada, cuyo valor de la energía vertida dependerá de la comercializadora de la luz, que seguramente será el precio de mercado actual en torno a los 0,06€/kWh.
Para consultar los requisitos y trámites recomendamos la lectura de la guía oficial.
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